Tres avestruces discutían sobre el mejor modo de defenderse. Aunque eran hermanos, su madre siempre decía que no podía entender como tres huevos de la misma nidada podían ser tan diferentes. El hermano menor hacía ejercicio constantemente, dando golpes y patadas, y era cinturón negro. Afirmaba que <<La mejor defensa era un buen ataque>>. El mediano sin embargo vivía según la máxima <<quien lucha y huye vive para luchar otro día>>. Gracias a un arduo esfuerzo se había convertido en el avestruz más rápido del desierto, que hay que reconocerlo supone una buena velocidad. El hermano mayor, más prudente y hombre de mundo, adoptaba la típica actitud de los avestruces maduros: <<Lo que no vez, no puede lastimarte>>. Era, con mucho, el que mejor sabia esconder la cabeza de todos los avestruces.
Un día, llego al desierto un cazador y empezó a robar a las avestruces su preciosa pluma de la cola. Entonces, como un avestruz sin plumas en la cola es un avestruz sin orgullo, gran parte de la aves acudieron a los tres hermanos en busca de consejos del mejor modo de defender su honor. <<Los tres sabéis técnicas de autodefensa>>, dijo su portavoz, sabéis como salvarnos, así que si quisierais.. enseñarnos…”.
“… De esta manera, cada hermano se ocupó de un grupo de seguidores para instruirlos en el modo correcto de defenderse según su doctrina.
Un día, el cazador de plumas apareció en el campo de entrenamiento del hermano mas joven, donde escucho las voces y los gritos de todos los discípulos afanados en la práctica de patadas y golpes. El cazador iba a pie, pero armado con una enorme garrota, que meneó de forma amenazadora cuando el hermano pequeño se lanzó, intrépidamente, a desafiarle en combate. Pese a su valentía, el avestruz no estaba en igualdad de condiciones, ya que el garrote era más largo que la pata o el cuello del ave. Después de recibir muchos palos y no lograr asestar ningún golpe al cazador, cayó al suelo exhausto. El cazador arrancó ceremoniosamente la preciosa pluma de su cola, tras lo cual todos los discípulos se rindieron sin lucha.
Cuando el hermano pequeño relato a sus hermanos el modo en que había perdido la pluma, los otros dos se rieron de él << ¿Por qué no huiste?>> preguntó el mediano << Un hombre no puede alcanzar un avestruz>>.
<<Si hubieras escondido la cabeza bajo la arena y agitado las plumas adecuadamente>> intervino el mayor, << el cazador habría pensado que eras una planta de yuca y habría pasado de largo>>.
Al día siguiente, el cazador dejó el garrote en su casa y apareció montado en una moto. Cuando descubrió el campo de entrenamiento del hermano mediano, todos los avestruces comenzaron a correr, con este a la cabeza. Sin embargo la moto era más rápida y el cazador no tuvo mas que acelerar para alcanzar al avestruz y arrancarle la pluma a su paso.
Aquella noche los otros dos hermanos le recriminaron<< ¿Por qué no te volteaste y le arreaste con una buena patada? Pregunto el más joven << con un golpe contundente le habrías derribado la moto y le habrías roto el cuello>>.
<< No hay necesidad de ser tan violento, añadió el hermano mayor << con la cabezada enterrada en la tierra y el cuerpo agachado habría pasado de largo, al ir tan rápido, pensando que era solo una duna>>.
Un día mas tarde el cazador salió sin garrote y llegó al campo del hermano mayor. <<Todos abajo>> ordeno el jefe, y los avestruces obedecieron al instante. El cazador no podía dar crédito a su suerte, pués no tuvo más que pasar junto a las aves para hacerse con un buen abanico de plumas. Cuando los hermanos pequeños escucharon la historia, sintieron la necesidad de aconsejar su hermano maduro<< iba desarmado>> dijo el menor, << con un buen golpe en el cuello no le habrías vuelo a ver>>.
<< Ni siquiera tenía su infernal moto, añadió el hermano mediano. << ¿Por qué no te alejaste de el a medio trote?>>. Pero los argumentos de los hermanos no habían tenido efecto, al igual que el suyo que no había funcionado. De forma que todos siguieron aplicando sus propios métodos mientras esperaban a que les crecieran las plumas.
ANÁLISIS
Podemos encontrar diferentes razonamientos sobre esta fábula. Muchas de las personas que se dedican a las actividades de construcción de software seguramente se encontrarían con analogías a considerar. Como afirmó su autor, Gerald Winberg, “lo importante no es saber como, si no saber cuando”. En general deberían considerarse y estudiar a fondo los puntos fuertes y débiles de todas las técnicas y metodologías para determinar como establecerlas en un proyecto particular y sobre todo en los momentos apropiados.
Una analogía útil para esta recomendación puede encontrarse en la profesión de contable. Ningún contable propondría a los directivos elegir entre un estado contable(relación de situación), una relación de ingresos (ganancias y pérdidas) o una relación de cash (relación de cambios en la situación financiera). ¿Por qué?. Pues porque cada uno de estos documentos describe a la empresa desde diferentes e igualmente importantes puntos de vista.
Fuente Bibliográfica: Whitten, Jeffrey y otros, System Analysis and Desing Methods, McGraw Hill, 2001.
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