¿Qué diferencia hay entre una empresa que se preocupa por elementos que van más allá de hacer dinero y otra que solo vela por sus finanzas? ¿Qué motiva realmente a una empresa a preocuparse por la felicidad de sus empleados? ¿Por hacer un buen producto?
Las empresas basura existen, porque la genta no renuncia de sus trabajos. De una empresa basura, además, no puede sino esperarse: contratos basura, trabajos basura y ambientes laborales basura.
¿Pero cuál es el detonante de todo esto?
Por más que, a lo largo de mi vida laboral, he estado buscando numerosos aspectos que podrían ser claros candidatos para responder a esta interrogante, lo cierto es que, quién creo que se lleva las de ganar, es solo uno: las crisis económicas.
La calidad humana que pueda tener un grupo directivo frente a otro, quizá queda opacada cuando de números financieros se trata: si una empresa está en números rojos, por más que se quiera apoyar a la plantilla de la empresa, los ajustes obligan a tomar decisiones. Estas decisiones no siempre obedecen a conductas indeseables, aunque en la práctica, así nos parezca. Después de todo, las empresas nacen para hacer dinero, y cuando esto no es así, hay que tomar medidas. No debemos confundir una empresa con una ONG.
Descartado este aspecto, las crisis económicas aparecen como el candidato detonante más importante. Las crisis, nutren a la vieja estrategia usada por los directivos y los mandos medios: el miedo.
El miedo como herramienta, adquiere mayor valor cuanta mayor crisis exista. El temor de los empleados a perder su trabajo y quedar sin una segunda opción, alimenta el ya degenerado proceso. Más cuando los empleados tienen mucho que perder: responsabilidades familiares, hijos o cualquier otra situación de compromiso.
Así, observamos el incremento de los constantes abusos que se realizan sobre los empleados: trabajos a deshora, bajos salarios, pésimo ambiente laboral. Todo funcionando armónicamente bajo amenaza.
Pero ¿Qué pasaría si se invierte la cara de la moneda? ¿Qué pasaría si fueran los miembros de una empresa los que amenazaran con renunciar?
Probablemente, la historia sería otra y muchas empresas basura dejarían de existir. Muchas otras, tendrían que cambiar.
Las crisis son peligrosas para los empleados, tanto como las épocas de bonanza para los dueños de empresa. Lo que diferencia a empresas que solo se preocupan del dinero, que les da igual tener malos productos y que, les da aún más igual tener empleados desmotivados, es el temor de perder a su equipo de talento humano y no poder reemplazarlo. Cuando no hay crisis, las malas empresas se hunden solas. Con las crisis, nos hundimos todos en el mismo barco.
Creo que no es sólo la crisis económica, sino la mentalidad de todo el mundo.
Muchas empresas y muchos jefes piensan que te están haciendo un favor al darte el empleo y que uno «debe estar agradecido de trabajar allí», y mucha gente piensa que cuando tiene un trabajo debe cuidarlo y hacer todo lo que le dicen sin cuestionar nada porque «me dieron el trabajo y si me botan no podré conseguir otro».
Ese miedo nos lo inculcan desde muy jóvenes… la verdad no entiendo el por qué. Con o sin crisis siempre hay oportunidades, la clave está en saber buscarlas y en cultivarse día a día y prepararse para ser «el carajo que todo el mundo quiere contratar». Al menos así lo veo yo.