Había una vez una compañía que había crecido mucho durante años. Durante estos años de crecimiento, la compañía se infectó de una enfermedad muy temida: «El Desorden». Como consecuencia, la gente comenzó a perder el control sobre sus sistemas, y cuando se trató de arreglar la situación ya era demasiado tarde, el esfuerzo que se requería ya era totalmente elevado, lo cual empeoraba aún más las cosas.
La empresa consultó con diversos expertos, sabios y magos en busca de ayuda, lo cual resultó en un montón de nuevas ideas, protocolos y diseños de sistemas. Sin embargo, las cosas sólo seguían empeorando lo que desesperó por total a la compañía.
Pero un buen día, apareció un príncipe llamado Enterprise Integrate y afirmó de manera contundente que tenía la solución a tan preocupante problema. Le dijo al director de la compañía: «Su problema principal es la falta de interoperabilidad, pues el desorden generado a causa de tantos sistemas y protocolos diferentes, terminan produciendo que se deba crear una solución individual para cada conexión. Incluso, si usted solo tiene 5 diferentes protocolos para solo 10 plataformas diferentes, mis cálculos arrojan que requiere de más de 100 soluciones individuales para resolver este problema». «Mire mi dibujo», continuó diciendo el príncipe: «Esta es la manera en que se podrá solucionar todos sus problemas, crearemos el BUS MÁGICO».
«¿Qué es el bus mágico?», preguntó asombrado el CEO.
El príncipe respondió: «Un bus mágico es una pieza de software que reduce el número de conexiones y de interfaces en su sistema. Así, mientras que su enfoque pudiera requerir n x (n-1)/2 conexiones para n sistemas(y al menos el doble de este número en interfaces), El Bus Mágico, solo requiere una conexión y la interfaz para cada sistema, lo cual significa que el número de interfaces requeridas se simplificarían a un factor de n-1».
Convencido tras este discurso, el CEO decidió adoptar esta nueva técnica. Las buenas críticas a esta solución eran tan contundentes, que hasta se escribieron diversas canciones sobre el Bus Mágico, la más famosa escrita por el grupo The Who (ver detalles).
Sería lógico, esperar ahora un «y vivieron felices para siempre…», pero la historia no termina aquí. Después de que la compañía adoptara la nueva estrategia con éxito, tal como había prometido el príncipe las conexiones se habían vuelto muy fáciles, así que los sistemas comenzaron de nuevo a crecer, crecer… hasta que de pronto, ¡Todo se vino nuevamente abajo!
¿Qué sucedió?
Resultó que con el Bus Mágico, las personas no pudieron comprender la dependencia entre los sistemas mientras pasaba el tiempo.Antiguamente, se podía comprobar las conexiones de los sistemas, debido a que eran únicas y esto ya no sucedía con la nueva estrategia del príncipe. Un conjunto de sistemas que operan bajo un fin común se vuelven interdependientes, y modificar uno puede generar impactos sobre otros. De esta manera, al final se había generado un monstruo difícil de mantener y con dependencias por doquier. Por tanto, la compañía se vio obligada a regresar al esquema anterior y un año más tarde, quebró.
Por supuesto, se debió haber previsto lo que venía, tan solo escuchando atentamente la canción, donde en su última parte de la letra, se menciona los peligros que puede dejar «el polvo», sobre las no estructuradas y dependientes infraestructuras creadas por el Bus Mágico.
Every day you’ll see the dust
As I drive my baby in my Magic Bus
¡Y LOS COMPETIDORES VIVIERON FELICES PARA SIEMPRE! [1]
Reflexiones
Para los sistemas de gran escala, existen muchas más cosas que atender que la interoperabilidad. Se necesitan de políticas de la organización, cumplimiento de normas técnicas, diseño correcto de procesos de negocio y arquitecturas. Si el equipo se da cuenta de esto demasiado tarde, probablemente ya estarán fuera del mercado.
[1] Tomado de: Nicolai M. J .(2007).SOA in practice.The art of Distributed System Design. O’ Reilly.
Excelente! Me gustó mucho la asociación con la canción de The Who.
Aplaudo la iniciativa de relatar algo sumamente técnico de una forma tan fácil de entender y amena.