La oleada de personas —en su mayoría jóvenes— que se han ido conformando en contra del agilismo, pareciera ir en aumento. ¿Qué está sucediendo dentro del mundo ágil?¿ Están creando un mensaje erróneo? ¿Hacen falta nuevas generaciones? ¿El público objetivo debe cambiar?
Un poco de autocrítica. Hace nada he comprobado —con mucha tristeza— el rechazo de las nuevas generaciones hacia los métodos ágiles, hacia las conferencias en donde se habla de ello. Aunado a esto, comentábamos hace algunos meses(Véase salvando al agilismo de los agilistas) la creciente ola de descontento que se viene gestando en contra de algunos agilistas. La verdad es que no es para menos: la distancia entre lo que necesita el mercado ahora y, lo que se presenta en las conferencias, es abismal.
Este distanciamiento, en primer lugar puede que esté ocasionado porque el agilismo, en cierta forma, y tal como afirma Andy Singleton: «huele a muerto». Esto es discutible, claro. Pero lo cierto es que cuando se asiste en la actualidad a un evento/conferencia sobre agilidad, da la sensación de ver a muy poca gente por debajo de los cuarenta años y mucha gente por encima de los cincuenta. Gente vieja. Y es preocupante por dos razones: la primera es que estas personas, en promedio, son mucho mayores que los programadores e incluso, en muchas ocasiones, llegan a doblar la edad de los que dirigen las nuevas hot software companies, generando un lógico GAP de comunicación generacional considerable; la segunda, viene de como algunos de los presentadores, aparentemente aprovechan esta diferencia de edad para dar lecciones fuera de contexto, a veces con harta soberbia. Se siente autoridades. Craso error, pues en el mundo de la gestión de proyectos de software no existen autoridades, existen expertos.
En segundo lugar, el mensaje que se desea transmitir puede que esté mal diseñado y sea a todas luces completamente atemporal. Quien realice una lectura parcial a las últimas estadísticas, puede comprobar que, claramente, la opción de usar metodologías ágiles hace mucho que se está imponiendo en el sector empresarial. Por lo que: ¿No es hora ya de hablar sobre experiencias en la implantaciones de los procesos ágiles? ¿No es hora de hablar de las bondades e inconvenientes que puede traer su aplicación? ¿No es hora de presentar opiniones? No, para una gran cantidad de voceros en el mundo ágil, la idea es seguir convirtiendo a los ya convertidos(¿?). En muchos casos, lamentablemente, para vender sus productos particulares de coaching. Este proceso de evangelización resulta cansino, sobre todo para las nuevas generaciones.
En ese sentido, hace rato que se ha debido de plantear si el público objetivo de esos mensajes debiese cambiar: ¿Cuántos de los Business Angels, inversores o entidades bancarias saben sobre temas ágiles? ¿En cuántos programas de MBA se trata sobre agilismo? ¿Debemos solo seguir convenciendo a los trabajadores ya convencidos del mundo TI?.
Estos errores deben corregirse cuanto antes. Quizá pronto sea demasiado tarde.
¿Huele a muerte el agilismo? No, yo creo que quien huele a muerte son algunos agilistas. ¿Y tu?
Fuente de la imagen: http://pixdaus.com/a-old-dead-vw-kfer-beetle-found-in-germany-near-military-are/items/view/66294/