Hoy en día son muchas las noticias y las matrices de opiniones generadas en torno al sistema electoral venezolano. Cualquier país que se considere democrático se preocuparía por que su sistema de votaciones fuese transparente, respetable y confiable. No es así el caso de Venezuela que según una reciente encuesta más del ochenta por ciento de los venezolanos ponen en duda que los resultados representen la realidad pólitica que se vive[1].
Pese a que el CNE (Consejo Nacional Electoral), ente en teoría independiente e imparcial, ha reiterado que es el mejor sistema del mundo, entre otras cosas por ser automatizado, lo cierto es que no hay que investigar en exceso para darse cuenta de que No es un sistema fiable.Las razones que explican que en Venezuela las elecciones no sean fiables se pueden dividir en dos dimensiones: la dimensión de factores políticos y la dimensión de factores técnicos.
Dimensión de factores políticos
El modelo político venezonalo consta de cinco poderes y pilares fundamentales de la democracia: el poder legislativo, el poder ejecutivo, el poder judicial, el poder moral y el poder electoral. Éstos cinco, deben actuar de forma independiente y buscar un equilibrio que permita justicia y democracia. Por otro lado las fuerzas armadas, de igual forma independientes, y en teoría apolítica, deben garantizar por medio de las armas la paz y tranquilidad del país ante cualquier irregularidad.
La realidad en Venezuela se distorsiona, pues a pesar de que se han conservado los poderes, resulta evidente que no responden a la imparcialidad y que por el contrario, responden directamente a los intereses de un partido político, en este caso el que gobierna. Así, podemos encontrar a un ministro de la defensa, representante de las fuerzas armadas, ofrecer declaraciones como: «La FAN no le fallará a Chávez. Una vez que se llame a elecciones, cumpliremos su voluntad (de elegir a Maduro) y le daremos en la madre a los fascistas»
httpv://www.youtube.com/watch?v=Y4MXK0rwkVQ
O podemos encontrar a la presidenta del TSJ (Tribunal Supremo de Justicia) y a las rectoras del CNE usando en su vestimenta, símbolos alusivos al partido de gobierno, sin cuidar la más mínima de las formas.(ver imagen)
Estos hechos nos pueden permitir intuir sino concluir que estos poderes de estado se encuentran actualmente secuestrados, y que el carácter imparcial de los mismos se pierde, por lo que hablar de democracia en este contexto no tiene sentido. Esto ha permitido y permite:
Violaciones al estado de derecho
En las recientes cuestionadas elecciones del 14 de abril, la ley electoral establece claramente que para poder optar como candidato se debe dejar el cargo, bien sea vicepresidente, gobernador, alcalde, etc. Todos a excepción del presidente. Nicolás Maduro, en su condición de vicepresidente debió dejar el cargo para poder lanzarse en campaña electoral, sin embargo esto no fue así y ante el caso omiso del TSJ, CNE, FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana) fue designado, por el TSJ, presidente la República encargado y no Vicepresidente encargado de la Presidencia como por ley se debía, violando rotundamente la constitución , en un lamentable hecho que será recordado por siempre en le historia; se le otorgó funciones y atribuciones que solo una persona electa por voto popular puede asumir.
Campañas favorables en exceso para el gobierno
Los procesos electorales en Venezuela en los últimos años se han realizado en unas notables y preocupantes condiciones de desventaja. Tal como señala Carolina Abrusci en un informe de Ocubre de 2012 [2] : “El Estado y el gobierno en Venezuela se confunden de una manera alarmante y los recursos estatales son utilizados ilegalmente y lo que es peor, inconstitucionalmente, para favorecer a quien era el candidato del gobierno” . Esto bajo el consentimiento de los organos venezolanos comentados anteriormente, lo cual coloca inevitablemente al candidato opositor al régimen, en una situación donde pareciera, a priori, tener todas las de perder.
Miedos y soborno
Venezuela es un estado totalmente paternalista . Actualmente gran parte de los ingresos –en su alarmente mayoria petroleros – son destinados a misiones sociales, que solo pueden ser usadas por la población mientras esten de acuerdo con el partido de gobierno. Esto es muy grave, pues de ello se obtienen victorias electorales mediante la coacción y el miedo: todo aquél que no vote por la opción de gobierno no podrá hacer uso de las misiones sociales del estado, igualmente aplica para los empleados públicos de gobierno (Véase aquí un ejemplo). Aquí vemos nuevamente la ruputura democrática del país, pues a pesar de que según la constitución el voto es secreto, los entes gubernamentales han generado listas (obtenidas por medios ilegales en complicidad con el CNE) con nombres de las personas que piensan distinto, con la intención de privarlos de las misiones y/o de sus cargos públicos gubernamentales. Por otro lado, también ha generado los llamados “votos asistidos”, mediante los cuales los ciudadanos realizan su votación bajo la observación de un funcionario partidario del gobierno.
httpv://www.youtube.com/watch?v=miM57KxH7io
La prensa no participa en los resultados
Está totalmente prohibido que cualquier medio de comunicación muestre información antes de los resultados con proyecciones o datos recogidos en encuestas a boca de urna. En un país violento y polarizado en una primera impesión, quizá tenga sentido hacerlo. Pero la realidad es que buscan además centralizar la información en un solo ente que tenga la última palabra, y no dar lugar a dudas por parte de la población. En muchos paises democráticos del mundo, los medios juegan un rol importante e inclusive se confían en sus proyecciones. En Venezuela, lamentablemente no.
Imparcialidad en cualquier acción
El CNE, cuya figura como se ha dicho anteriormente debe garantizar el juego equilibrado, de hecho hoy en día garantiza todo lo contrario. Así podemos ver al candidato de gobierno haciendo uso de los recursos del estado, realizando campañas a través de cadena nacional (todos los canales emitiendo el evento obligatoriamente) en fechas no permitidas en teoría por el CNE. Nuevamente las instituciones se hacen la vista gorda: la FANB, el TSJ y demás entes brillan por su ausencia. Sin embargo si al candidato de la oposición se le ocurriese hacer propaganda durante estas fechas, se puede asegurar que existiría una sanción de forma inmediata.
Dimensión de factores técnicos
Tal como comente en un artículo que escribí en Octubre de 2012[3]: el problema de no considerar fiable el sistema electoral venezolano no es solo político, existien también factores técnicos preocupantes que pueden influir en la realidad electoral venezolana, ya que el proceso electoral en este país se realiza de forma automatizada. No en vano, el voto electrónico es, a nivel mundial, un issue desencadenante de los más polémicos y versados debates[2].
Si bien no ha estado realmente en duda el hardware y el software ofrecido por la empresa SMARTMATIC, que se ha auditado en numerosas ocasiones por las partes[2], lo que resulta dudoso realmente es la base de datos del registro electoral. Así como una persona que se hace con la licencia del mejor software del mercado en contabilidad, por ejemplo, y tiene además la mejor computadora del momento, no se puede garantizar de ninguna manera que los resultados que obtenga sean los correctos. En palabras de Charles Babbage, un importante matemático y científico computacional británico: “Si a un software que procesa información, le metes información desordenada e incompleta (basura), los cálculos y los resultados que el pueda “arrojar”, no será confiable, será basura.”
En ese sentido, debemos considerar que el corazón del sistema, la base de datos del registro electoral no ha sido auditada desde hace años. Existen numerosas denuncias que dan cuenta de personas con un mismo número de identificación y múltiples direcciones de vivienda, personas con nombres dudosos como Superman y Batman, población que vota con más de ciento treinta años, personas extranjeras de dudosa procedencia, personas fallecidas que votan, etc. En numerosas ocasiones el CNE ha rehusado auditar y limpiar este registro electoral en estos últimos quince años, colocando en tela de juicio los resultados. ¿ Son éstos resultados basura? ¿ Son éstos resultados el fiel reflejo de lo que ocurre en el país? ¿ Es una pieza de software con data basura fiable para unas elecciones?
httpv://www.youtube.com/watch?v=2mr2gEegpNk
Otro tema preocupante es el crecimiento que ha experimentado el registro electoral en los últimos años.En el año 2000 el Registro Electoral constaba de 6.288.578 inscritos, y para el más reciente proceso electoral (Abril 2013) el mismo estaba constituido por 18.903.937 electores. Se trata de una triplicación de votantes registrados. ¿Sería posible realizar una depuración del Registro Electoral? ¿De qué manera puede verificarse que efectivamente las personas inscritas lo han hecho de acuerdo a lo que establece la ley (en los casos de venezolanos por naturalización)?
Estos elementos son sin lugar a dudas, dignos de un profundo análisis y sería muy beneficioso (además de necesario) una auditoría para garantizar la tan elogiada transparencia y perfección del sistema electoral automatizado venezolano. Es evidente que hemos estado ante procesos electorales completamente viciados y fraudulentos. Esta vez sin embargo, la oposición ha reunido la experiencia necesaria para presentar pruebas y lograr una auditoria que revelará, tarde o temprano, la verdad. Lo que resulta cierto, es que los argumentos presentados en este artículo junto con la renuente negativa del CNE ha comprobar la fiabilidad de la que hace alarde – algo es fiable cuando se demuestra, no solo cuando se dice – ponen lógicamente en tela de juicio cualquier intento de llamar a esto comicios transparentes.
REFERENCIAS
[1] http://www.elmundo.es/america/2013/04/18/venezuela/1366238171.html?cid=GNEW970103
[2] Ver documento