El siglo XXI no demanda liderazgo de personas sobre personas, demanda liderazgo de personas sobre sistemas de trabajo.Pensar en liderar sistemas de trabajo implica buscar balances colectivos entre eficacia y eficiencia, entre explotación y exploración, entre ejecución e innovación, entre orden y caos, entre controles y libertades, entre jerarquías y redes, entre centralizar y descentralizar la toma de decisiones, entre evolución y revolución, entre optimización y disrupción, entre robustez y velocidad. Siempre a nivel global, nunca a nivel personal.
Napoleón decía que un líder no es más que un proveedor de esperanza. Robespierre decía que debía tener dos características fundamentales: saber a dónde ir y hacer que lo siguieran. Max Weber los categorizó en tres estilos: el carismático, el tradicional y el legítimo. Y para Platón un líder debía de emerger voluntariamente y no de forma forzada o impuesta.
Mucho se ha escrito a lo largo de nuestra historia sobre el liderazgo y hemos logrado vivir lo suficiente como especie para darnos cuenta de los aspectos positivos y negativos de cada estilo. Una buena forma de resumir los posibles estilos, nos la ofrece Wikipedia mediante el siguiente gráfico:
En función de la orientación a objetivos y/o tareas y en función del foco en las personas, pueden incluso cohabitar múltiples estilos que, por supuesto, generan múltiples resultados y múltiples formas de conseguir las cosas. El modelo del Situational Leadership o la gestión mediante la Matriz RACI son buenos ejemplos de como llevar a la realidad estas teorías.
El problema con todos estos modelos es que se enfocan en el liderazgo de personas sobre personas. Pero ¿Sigue siendo válido gestionar personas en un entorno de alta incertidumbre como el del siglo XXI?
Gestionar a personas pudo haber sido válido en siglos anteriores en dónde las tareas eran repetibles y muy pocas veces había que enfrentarse a nuevos desafíos (cosas que ya están empezando a hacer los robots). En el siglo XXI los desafíos son la constante. La mayoría de las tareas que se realizan requieren de un esfuerzo intelectual conjunto y del uso intensivo de la colaboración colectiva, para lo que no existe, ni puede existir, un líder capaz de tener la visión completa. El siglo XXI no demanda liderazgo de personas sobre personas, demanda liderazgo de personas sobre sistemas de trabajo.
Pensar en liderar sistemas de trabajo implica buscar balances colectivos entre eficacia y eficiencia, entre explotación y exploración, entre ejecución e innovación, entre orden y caos, entre controles y libertades, entre jerarquías y redes, entre centralizar y descentralizar la toma de decisiones, entre evolución y revolución, entre optimización y disrupción, entre robustez y velocidad. Siempre a nivel global, nunca a nivel personal.
- Wikipedia no puede ser liderada por una sola persona, se lidera a través de un sistema (con límites y objetivos) en dónde cada persona está empoderada para crear y vigilar el contenido.
- Una ciudad no puede ser liderada por una sola persona, se distribuye el liderazgo a través de un sistema (con límites claros) en dónde cada persona tiene la libertad de contribuir con el todo, siempre y cuando respete las normas de convivencia.
- Netflix lidera la calidad de su producto como en una ciudad, en un sistema limitado con reglas y límites en dónde todos los empleados pueden contribuir al producto siempre y cuando respeten las normas de convivencia de la compañía.
- Nuestro sistema inmune no tiene un nodo central que lidera a todas las células, distribuye el control entre miles en un sistema limitado y con dirección.
En el siglo XXI el mejor líder no puede ser solo aquel que provee esperanza, o solo aquel que sabe equilibrarse entre ser pasivo y autócrata o ser democrático y participativo. El mejor líder es aquel que lidera un sistema en donde las personas, a su vez, puedan ejercer un auto-liderazgo con límites claros y con dirección. El mejor líder no gestiona personas, gestiona un sistema. El mejor líder siempre se deja liderar.
Image: (c) 2012, U.S. Army Alaska (USARAK) , Creative Commons 2.0