La crisis del COVID-19 parece haber mejorado la confianza en los líderes políticos y empresariales. Pero es un espejismo. Hay una forma muy simple de explicar los porqués remontándonos a 1960 y recordando las lecciones del famoso Test de Marshmallow.
Hace algunos años estuve en la preciosa ciudad española de Alicante impartiendo un curso. Esta ciudad es muy conocida por su potencial turístico y prácticamente vive de eso. Sin embargo, el sector de consultoría tecnológica, al tener la ciudad menos coste de vida comparado con otras grandes ciudades españolas, suele ser de “mano de obra barata”. Pero esa no fue la situación que me encontré y cuando les pregunté a mis clientes del curso, para mi sorpresa, tenían incluso mejores sueldos que en Madrid. Al salir aquella tarde lo entendí: tenían en los alrededores del parque empresarial una oficina de trabajo de la Unión Europea que al tener trabajadores de toda Europa ofrecían sueldos realmente altos. Las compañías de los alrededores se vieron obligadas a competir por el talento y como consecuencia se incrementaron las bandas salariales.
Esto me pareció una forma muy inteligente por parte de las autoridades de Alicante de aumentar el poder adquisitivo y luchar en el largo plazo contra la etiqueta de sus habitantes de “mano de obra barata”. Y la clave precisamente está allí, en el largo plazo. Una alternativa mucho más cortoplacista y a la que estamos acostumbrados podría haber sido el ofrecer ayudas complementarias a los trabajadores o incluso nacionalizar compañías o ahorcarlas con impuestos. Y aunque en términos de beneficios ciudadanos la matemática sea similar, esta estrategia realmente estaría sumiendo aún más en la miseria a la ciudad de cara al futuro. Los líderes políticos lo saben, pero le huyen al término “largo plazo” porque no les interesa que otra persona que ocupe el cargo cuando las cosas den resultados se lleve los honores y el crédito. Esta situación de cortoplacismo es el principal factor que genera la pérdida de confianza de los ciudadanos en el liderazgo. Los atajos son armas de doble filo y ahora se está volviendo en su contra.
En la crisis del COVID-19 hay muchos ejemplos: la vergüenza del liderazgo europeo y su incapacidad de elaborar una respuesta coordinada a la crisis, la incapacidad global de lidiar con la pandemia porque los mandatarios están más preocupados de sacar réditos políticos que de darle solución, y el más emblemático que ilustra el cortoplacismo: la desescalada súbita que están haciendo muchos países para poder reactivar la economía.
Los líderes de compañías tampoco se salvan. Cuando el largoplacismo se ha calzado las zapatillas, el cortoplacismo ya le ha dado la vuelta al mundo. Es cierto que muchos sectores de la economía se han visto seriamente perjudicados y no hay margen de acción. Pero muchos otros, que incluso se han visto beneficiados, siguen tomando decisiones cortoplacistas en perjuicio de sus empleados y de la sociedad por la presión reinante de maximizar el valor de las acciones de las compañías. ¿Es esto sostenible o es una atajo?
Hay una forma muy simple de explicar el porqué de todas estas decisiones y es el famoso experimento del Test de Marshmallow. Es un experimento psicológico que prueba la voluntad de los niños de retrasar la gratificación. A los niños se les ofrece un marshmallow, pero se les dice que pueden comer un segundo marshmallow si están dispuestos a esperar 15 minutos antes de comer el primero. Las afirmaciones de que los niños con la voluntad de aguantar mucho más, les va mejor en la vida, no se han demostrado, pero el experimento sigue siendo una metáfora útil para muchas decisiones en la vida, tanto por individuos como por grupos más grandes.
Una forma de pensar sobre la crisis actual y sobre el liderazgo, es que plantea una especie de prueba de marshmallow para la sociedad. En el pasado, las estatuas de los grandes líderes se levantaban post-mortem. En la actualidad los líderes del mundo están desesperados por levantar sus estatuas estando en vida. Muchos de ellos deberían de revisar y aprender las lecciones del Test de Marshmallow.